martes, 25 de enero de 2011

Viviendo bajo tu ausencia


Todo tiene un principio y un fin en esta vida, TODO, incluídos nosotros y nuestros seres más queridos.
Querido Ekaitz, ayer día 24 de enero de 2011 fué tu día final. Podría haber sido más tarde, pero nosotros, tus dueños, tus compañeros durante 15 años y medio, lo decidimos así.
Espero que hayas tenido una muerte dulce, tranquila y relajada, al menos, eso lo parecía. Te durmieron. Sentí tu dulce y suave pelo y me despedí de tí. Lo siento de verdad, a lo mejor hubieses estado más tiempo junto a nosotros, pero no podía tampoco verte más como estabas.
Desde hace un año estabas como ausente, te ibas consumiendo poco a poco; de última, te tocaba todos tus huesos, adelgazaste muchísimo. De vez en cuando te daban tus ataques, sí, esos que te daban hacía tiempo. Te costaba muchísimo tumbarte, te quejabas por ello. Además te orinabas y defecabas sin darte cuenta. Espero que no hayas sufrido mucho durante este último año.
Que triste ayer verte ir para el veterinario sin fuerzas. Te tuve que coger y llevarte en brazos porque no podías andar.
Te recordaré siempre como ese perro muy noble, sin maldad, que en la vida has sido capaz de morder a nadie, de ladrar a nadie, bueno sí, jejeje, a las personas que tuviesen puesto un mono, a esos si que le ladrabas (nunca he sabido porque). Si algo te has caracterizado en esta vida ha sido por tu NOBLEZA, por tu bondad y lealtad.
Que agustito estábamos los dos cuando nos asomábamos esas tardes de primavera al balcón para recoger unos rayos de sol; cuando íbamos al campo y te dejábamos suelto, ahí si que disfrutabas.
Jejeje, como te gustaban las lentejas, hasta que ya no te las podíamos dar porque te sentaban mal. Y el jamón y el queso? Siempre te has caracterizado por ser un gran amante de esos manjares, como tonto.

Sabes quien te echará también mucho de menos, tu amigo Spiky, sí, este verano ya no podrá disfrutar de tu compañía y no podrá jugar contigo.

Te echaremos todos de menos, todos.

Y es que son 15 años en nuestras vidas. Llegastes el día 5 de enero en Reyes (casi sin previo aviso) y te marchas 15 años después.

Ekaitz, si existe alguna vida después de la muerte, si los animales acudís a ella, solo te deseo lo mejor.
Gracias por haber estado en nuestras vidas y por tu amor incondicional. Muchas gracias, has sido algo muy importante y una gran compañía.

Te quiero y te echo de menos.